NO LA ESCUCHO COMO ANTES Y ADEMÁS ME PRODUCE MOLESTIA

En la actualidad, me estoy encontrando con personas adultas en las instituciones sanitarias, que demuestran su preocupación por las alteraciones vocales que presentan y que, a la vez, les impide poder llevar a cabo su trabajo o su vida cotidiana de manera satisfactoria, siendo como principal motivo de consulta la disfonía.

La disfonía, en la situación actual, se define como una alteración de las cualidades básicas de la voz: tono(altura), intensidad(volumen), timbre(fuente) que afecta de tal modo a la comunicación del paciente.

Comentar que el 90% de estas personas afectadas, son profesionales de la voz,siendo los más afectados los docentesy los que trabajan de atención al cliente.

También que el género predominante en consulta es el femenino,es decir, las mujeresy vienen diagnosticadas por disfonía orgánica funcional.Causadapor un sobreesfuerzo debido a un abuso(gritar, hablar de manera abusiva, toser…) y/omal uso vocal (hablar mucho, aumento de lesión laríngea…). Esto los ha llevado a que desarrollen algúntipo de lesión benigna adquirida, donde predomina los Nódulos.

Ahora que ya he explicado que es la disfonía y por lo que se provoca estas alteraciones vocales, voy a hacer referencia a ciertos aspectos que nos dan sospecha de que presentamos una afección vocal.

  • Signos de alerta de la disfonía:
  • Voz alterada durante ciertas semanas sin aparición de catarro.
  • Tener picor y/o sequedad.
  • Dolor de garganta
  • Necesidad de carraspear continuamente.
  • Invertir mucha energía para hablar.
  • Ronquera temporal o permanente.
  • Perdida de voz a medida que pasa la semana.
  • Hablar con mucho volumen para que salga la voz.

Ir perdiendo la sonoridad progresivamente hasta llegar al punto de ser complicado mantener una conversación en entornos ruidosos.

  • A más, hay otros agentes externos que colaboran a presentar una voz “sucia” como:
  • Ser fumador.
  • Bebidas demasiados frías o demasiados calientes.
  • Comidas muy picantes o condimentadas.
  • Uso de calefacción por aire o aire acondicionado.

A la hora de tratar y dar mejora a estas patologías, hay que hacer una reeducación vocal, que se ajuste el plan terapéutico a la problemática del paciente hacia sus necesidades, trabajando los apartados de respiración, postura, relajación, higiene vocal y la técnica vocal.

Para acabar con esta información voy a citar diversas pautas para contrarrestar el círculo vicioso de sobreesfuerzo vocal:

  • No forzar la voz por encima del nivel de ruido ambiental.
  • Evitar el uso de la voz en estados de agotamiento físico y/o mental.
  • Evitar los abusos extralaborales de la voz.
  • Respirar adecuadamente, permitiendo que el abdomen y la zona intercostal de muevan libremente.
  • Debe evitarse los chillidos y los gritos, así como hablar con un ritmo inadecuado.
  • Beber agua durante la exposición de la voz.
  • No fumar ni abusar de bebidas alcohólicas.
  • Evitar carraspear y toser con frecuencia.
  • Acudir al especialista cuando exista duda.

Así que si usted eres una de esas personas que siente molestia cada vez que habla o que ve que su voz empieza a perderse, no dude en ponerse en contacto conmigo.

¡Haremos por solucionar su problema vocal!

*Información proporcionada por una de las logopedas del centro – Estefania Silgado*